Gracia y paz de parte de Dios Altísimo y de nuestro Señor Jesucristo.
Hola queridos hermanos en Cristo, hoy quiero traerle una reflexión que me hizo llegar un hermano, algo que a veces a nosotros por el afan del diario vivir olvidamos es de dar gracias a JEHOVA Dios, por todas las cosas, que poseemos aun en nuestras situaciones, DIOS tiene para nosotros muchas cosas grandes, todas como un saco de arroz, simplemente nos las da de apoquito para saber como podemos manejarlas, espero que a ustedes le edifique como lo hizo conmigo.
Quien suscribe da gracias a Dios todos los días del mundo por mis hijos, mi compañera la cual es un regalo del Señor, mi familia, mi trabajo, aun por lo que he de tener porque sé que el me lo dará y aun no me lo diece le diera gracia, porque se que no lo merezco, como dice la palabra en:
Mateo: 6:19-21"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,y donde ladrones minan y hurtan;"sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan". "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón".
Un día bajó el Señor a la tierra en forma de mendigo y se acercó a casa del zapatero y le dijo: -"Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando".
El zapatero le respondió: -"Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir y nadie viene a dar!".
El Señor le contestó: -"Yo puedo darte lo que tu quieras".
El zapatero le preguntó: -"¿Dinero inclusive?".
El Señor le respondió: -"Yo puedo darte 10 millones de pesos, pero a cambio de tus piernas".
-"¿Para que quiero yo 10 millones de pesos si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente?", dijo el zapatero.
Entonces el Señor replicó: -" Está bien, te podría dar 100 millones de pesos, a cambio de tus brazos".
El zapatero le contestó: -"Para que quiero yo 100 millones de pesos si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos, etc.?”.
Entonces el Señor le dijo: -"En ese caso, yo te puedo dar 1000 millones de pesos a cambio de tus ojos".
El zapatero respondió asustado: -"Para que me sirven 1000 millones de pesos si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean?".
Entonces el Señor le dijo: -"Ah hermano mío, ya ves que fortuna tienes y note das cuenta".
Dios les continue bendiciendo sus vidas...
domingo, 27 de septiembre de 2009
jueves, 17 de septiembre de 2009
El mejor detergente
Dios derrame su Shekina sobre los fieles, que buscan su reino y su justica.
Bendiciones hermanos en Cristo, la atalaya de hoy se la dedicaremos a un producto muy especial que todos usamos en casa; pero este producto que le traigo no se vence, nunca se acaba, y es 100% confiable, Disfrutenlo
El mejor detergente del mundo
Con frecuencia se transmiten anuncios por la radio y la televisión, que con vivo matiz competitivo pretenden superar a los demás en calidad.
Un detergente es un compuesto químico, cuya finalidad es quitar el sucio y las manchas que se adhieren a las ropas y utensilios de la casa.
Existen muchas manchas que el jabón común y corriente no puede quitar; de ahí que el hombre haya elaborado productos capaces de quitar por completo esas machas. El detergente se usa de acuerdo al tipo de mancha debido a que hay unos mas fuertes que otros.
En el interior del ser humano existe una mancha que ningún producto químico puede quitar. La palabra de Dios se refiere a esa mancha como pecado.
Acerca de la inutilidad de los detergentes dice: "Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor”. (Jeremías 2:22)
Las buenas obras del hombre no pueden quitar esas manchas, como tampoco intermediarios humanos. Efesios 2:9 “no por obras, para que nadie se gloríe”. Esa mancha ha separado al hombre de la comunión con Dios. Isaías inspirado por Jehová nos dice en el capítulo 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”,. Esa mancha ha separado el hombre de la comunión con Dios.
El único detergente que quita la mancha del pecado es la sangre de Jesucristo. Sobre este particular la Biblia dice: 1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
Para poder tener comunión con Dios y disfrutar de su presencia eterna, hay que ser limpios. Dichosos los de corazón limpio, dijo Jesucristo, El Rey David dijo en los Salmos: 24:3-4 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? “El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño”.
Tal vez nos preguntemos ¿Cómo podemos ser limpios? ¿De qué forma, podemos quitarnos esa mancha? Es sencillo, lo único que tenemos que hacer es pedirle a Cristo que nos perdone, que nos lave el corazón con su sangre. La mejor decisión que debemos hacer es esa, ya que la misma nos pone en paz con Dios y nos da seguridad de vida eterna. Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.
Hasta una próxima entrega, Cristo le cubra son su preciosa sangre
Bendiciones hermanos en Cristo, la atalaya de hoy se la dedicaremos a un producto muy especial que todos usamos en casa; pero este producto que le traigo no se vence, nunca se acaba, y es 100% confiable, Disfrutenlo
El mejor detergente del mundo
Con frecuencia se transmiten anuncios por la radio y la televisión, que con vivo matiz competitivo pretenden superar a los demás en calidad.
Un detergente es un compuesto químico, cuya finalidad es quitar el sucio y las manchas que se adhieren a las ropas y utensilios de la casa.
Existen muchas manchas que el jabón común y corriente no puede quitar; de ahí que el hombre haya elaborado productos capaces de quitar por completo esas machas. El detergente se usa de acuerdo al tipo de mancha debido a que hay unos mas fuertes que otros.
En el interior del ser humano existe una mancha que ningún producto químico puede quitar. La palabra de Dios se refiere a esa mancha como pecado.
Acerca de la inutilidad de los detergentes dice: "Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor”. (Jeremías 2:22)
Las buenas obras del hombre no pueden quitar esas manchas, como tampoco intermediarios humanos. Efesios 2:9 “no por obras, para que nadie se gloríe”. Esa mancha ha separado al hombre de la comunión con Dios. Isaías inspirado por Jehová nos dice en el capítulo 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”,. Esa mancha ha separado el hombre de la comunión con Dios.
El único detergente que quita la mancha del pecado es la sangre de Jesucristo. Sobre este particular la Biblia dice: 1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
Para poder tener comunión con Dios y disfrutar de su presencia eterna, hay que ser limpios. Dichosos los de corazón limpio, dijo Jesucristo, El Rey David dijo en los Salmos: 24:3-4 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? “El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño”.
Tal vez nos preguntemos ¿Cómo podemos ser limpios? ¿De qué forma, podemos quitarnos esa mancha? Es sencillo, lo único que tenemos que hacer es pedirle a Cristo que nos perdone, que nos lave el corazón con su sangre. La mejor decisión que debemos hacer es esa, ya que la misma nos pone en paz con Dios y nos da seguridad de vida eterna. Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.
Hasta una próxima entrega, Cristo le cubra son su preciosa sangre
martes, 8 de septiembre de 2009
Un día en el Penal de La Victoria
Dios les guarde en todos sus caminos, siervo de YWHW.
Hoy les traigo una historia de lo que Dios hace con los que son escogidos, para llevar el mensaje de salvación a quienes los necesitan, mostrándoles el camino la verdad y la vida que Cristo Jesús.
Un día en el Penal de La Victoria
El miércoles 02 de este mes nos invitaron a dirigir el servicio en la Cárcel, específicamente en la sección llamada el “Consulado”, para quien suscribe, dijo bueno lo haremos como en nuestro templo, en dicho lugar tiene otra forma diferente de cómo celebrar los cultos al Todopoderoso, auque somos Pentecostal se hacía de una forma diferente y para colmo e invitado un hermano de otra congregación que tengo muchos años conociendo, pero no sabía que era de otra rama del evangelio, Bautista.
En fin iniciamos el culto, el pastor Juan Andrés toma la palabra introductoria, pero Dios ya tenía un propósito, por el cual nos había enviado como dice en Marcos 16:15-16 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
Lo primero es que estamos fuera de sitio ya que no encontrábamos como íbamos a dirigir pero invocamos al Espíritu Santo el cual tomó dominio y control, allí hermanos de lo que asistimos Alberto, cantó alabanza, que nunca lo había hecho, junto. Miguel que es el amigo y hermano bautista, ministró las ofrendas con alabanzas; José nos presentó a la congregación; Carlos, el cual estaba en su cargo la palabras, tocó la güira, y quien suscribe leyó la palabra de introducción al mensaje. A parte de que tomamos todas las cosas como no era, lo bello viene a continuación.
Cuando se presenta Carlos, con su testimonio, tan impresionante lee la siguiente cita, la cual fue la presentación al mensaje en Lamentaciones 3:55-59 “Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda;”
“ Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros”.
“ Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas”.
“ Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida”.
“ Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa”.
La cual el Espíritu de Dios le otorgó, y mientra Carlos hablaba, nuestros espíritus de los presentes, se compungía de las cosas que suceden dentro de las cárceles ya que el hermano Carlos fue presidiario, por una causa injusta, pero Dios lo preservó y le sirvió de ejemplo para que perseveren en ÉL por que Yahvé no falla, porque para siempre es su misericordia.
Al término todos derramados en lágrimas una persona que entraba y salía del templo fue tocada por el testimonio del varón Carlos y aceptó a Cristo, como su salvador y solamente atiné a decir verdaderamente esto valió la pena es una alma menos que enemigo tiene.
Mientras saludábamos a los presente y los que estaban en su alrededor hubo otro presidiario que se le acercó al hermano Carlos diciéndole cito: (Varón venga para que se escuche yo lo gravé en mi celular, fíjese eso mismo me pasó a mi por eso estoy aquí) a lo que Carlos le dijo siervo confíe en Dios que El no se ha olvidado de usted así como Dios me sacó de aquí usted también puede salir, solo espere en El, que no falla.
Mis hermanos esperemos en Dios, El tiene el control de todas las cosas y para todo tiene un propósito, no se cual es tu aflicción pero Dios se glorificará, espera en el como dice el Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tus caminos, Y confía en él, y el hará”
Hasta la próxima entrega, mis hermanos Cristo les guarde su entrar y salir…
Hoy les traigo una historia de lo que Dios hace con los que son escogidos, para llevar el mensaje de salvación a quienes los necesitan, mostrándoles el camino la verdad y la vida que Cristo Jesús.
Un día en el Penal de La Victoria
El miércoles 02 de este mes nos invitaron a dirigir el servicio en la Cárcel, específicamente en la sección llamada el “Consulado”, para quien suscribe, dijo bueno lo haremos como en nuestro templo, en dicho lugar tiene otra forma diferente de cómo celebrar los cultos al Todopoderoso, auque somos Pentecostal se hacía de una forma diferente y para colmo e invitado un hermano de otra congregación que tengo muchos años conociendo, pero no sabía que era de otra rama del evangelio, Bautista.
En fin iniciamos el culto, el pastor Juan Andrés toma la palabra introductoria, pero Dios ya tenía un propósito, por el cual nos había enviado como dice en Marcos 16:15-16 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
Lo primero es que estamos fuera de sitio ya que no encontrábamos como íbamos a dirigir pero invocamos al Espíritu Santo el cual tomó dominio y control, allí hermanos de lo que asistimos Alberto, cantó alabanza, que nunca lo había hecho, junto. Miguel que es el amigo y hermano bautista, ministró las ofrendas con alabanzas; José nos presentó a la congregación; Carlos, el cual estaba en su cargo la palabras, tocó la güira, y quien suscribe leyó la palabra de introducción al mensaje. A parte de que tomamos todas las cosas como no era, lo bello viene a continuación.
Cuando se presenta Carlos, con su testimonio, tan impresionante lee la siguiente cita, la cual fue la presentación al mensaje en Lamentaciones 3:55-59 “Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda;”
“ Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros”.
“ Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas”.
“ Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida”.
“ Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa”.
La cual el Espíritu de Dios le otorgó, y mientra Carlos hablaba, nuestros espíritus de los presentes, se compungía de las cosas que suceden dentro de las cárceles ya que el hermano Carlos fue presidiario, por una causa injusta, pero Dios lo preservó y le sirvió de ejemplo para que perseveren en ÉL por que Yahvé no falla, porque para siempre es su misericordia.
Al término todos derramados en lágrimas una persona que entraba y salía del templo fue tocada por el testimonio del varón Carlos y aceptó a Cristo, como su salvador y solamente atiné a decir verdaderamente esto valió la pena es una alma menos que enemigo tiene.
Mientras saludábamos a los presente y los que estaban en su alrededor hubo otro presidiario que se le acercó al hermano Carlos diciéndole cito: (Varón venga para que se escuche yo lo gravé en mi celular, fíjese eso mismo me pasó a mi por eso estoy aquí) a lo que Carlos le dijo siervo confíe en Dios que El no se ha olvidado de usted así como Dios me sacó de aquí usted también puede salir, solo espere en El, que no falla.
Mis hermanos esperemos en Dios, El tiene el control de todas las cosas y para todo tiene un propósito, no se cual es tu aflicción pero Dios se glorificará, espera en el como dice el Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tus caminos, Y confía en él, y el hará”
Hasta la próxima entrega, mis hermanos Cristo les guarde su entrar y salir…
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