Que el remanente de Jehová nuestro Dios caiga sobre los siervos de buenas voluntad.
Hola hermanos en la fe, que Cristo nazca cada día en sus corazones. En esta atalaya de hoy quiero plasmar las vicisitudes de la cuales los que seguimos la palabra de Dios nos vemos envuelto, ya que las opresiones y asechanzas del enemigos son las 24 horas, los 365 días, los 7 días de la semana, pero hay un Dios que nos ama y nos cuida, y un Cristo que luchó para salvarnos, por Él es que tratamos de hacerlo lo mejor posible.
El seguidor de Cristo y las tentaciones
Muchas veces cuando nos vemos en pruebas así como Jesús la estuvo después de cuarenta días en el desierto, vienen las tentaciones, ya que el enemigo siempre está al asecho, para cualquier debilidad del que no está bajo su dominio sea atraído como mosca a la tela de araña, por ello debemos estar siempre preparados, porque Dios conjuntamente con la prueba da la salida como lo dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. (1 Corintios 10:13)
Es decir queridos hermanos que Dios nunca se aparta de nosotros aun en la pruebas y aunque a veces caímos el nos dice en Eclesiastés 12:8 “Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia”.
Por ellos nunca debemos de dejar de temer a Dios, ya que la verdadera sabiduría es el temor a Jehová, muchas veces nos encontramos en dificultades económicas, y allí el enemigo entra a tentarnos con propuestas que a veces el que no esté firme en la doctrina, cae; otra sentimentales, maritales, familiares, entre otras por ello Jesús nos dice en Mateo 26:40,41 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?” “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
El solo nos exige una ora de nuestro tiempo de 24 que tiene el día, para que estemos libres de todas las tentaciones, en Santiago 4:7 nos dejó este escrito “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
Solo clamemos al padre para que nos de esa resistencia para mantenernos firme, pero el que caiga que no diga como dice Santiago 1:13,14 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;” “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”.
Limpiémonos orando aunque sea una hora al día es lo que se nos exige, leyendo la Palabra, compartiéndolas con otros hermanos, para que se nos quede grabada en nuestras mentes.
(2 Corintios 12:10 )”Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
Dios continúe derramando su unción sobre ustedes y que Nuestro Salvador Jesucristo les ilumine el camino al Padre. Hasta una próxima entrega
viernes, 23 de octubre de 2009
viernes, 16 de octubre de 2009
La Joya Perdida
Jehová le continúe derramando de sus bendiciones sobre los que están en busca de su reino y su justicia.
Que tal queridos hermanos en Cristo, que la gracias del Rey de Reyes sobreabunde en sus corazones, hoy quiero ponerle un mensaje que me hicieron llegar vía web, sobre un viajero que cruzaba el desierto, esto se nos asemeja a las situaciones que nos involucramos día a día, ya que todos tenemos un desierto que cruzar, esperamos que esta reflexión edifique sus vidas; tiene como nombre La Joya perdida.
La Joya Perdida
Cruzando el desierto, un viajero vio a un árabe sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus caballos, pesadamente cargados con objetos de valor.
Aproximose muy preocupado. “¿Puedo ayudaros en algo?”
—¡Ay! —respondió el árabe con tristeza—, estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas.
¿Qué joya era esa? —preguntó el viajero.
—Era una joya —le respondió su interlocutor— como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del tiempo. Adornaban la veinticuatro brillantes alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya veis cómo tengo razón al decir que joya igual no podrá producirse jamás.
—A fe mía —dijo el viajero— vuestra joya debía ser preciosa. ¿Pero no creéis que con mucho dinero pueda hacerse otra análoga?
—La joya perdida —respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo—, era un día: y un día que se pierde no vuelve a encontrarse jamás.
Esta es una gran verdad. No dejes que se pierda una hora en tu vida que podría ser muy productiva. Horas diarias pasadas frente a un televisor, o simplemente platicando con amigos sin que sean realmente productivas, es una joya perdida. Hoy invirtamos el mejor tiempo, primero con Dios, luego con la familia y en tercer lugar creciendo como personas.
Pero yo elevo a ti mi oración, oh Señor, en tiempo propicio; oh Dios, en la grandeza de tu misericordia, respóndeme con tu verdad salvadora. Salmo 69:13
Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16
Que Dios les guarde en todos sus caminos y que la sangre de Jesucristo les cubra, hasta una próxima entrega.
Que tal queridos hermanos en Cristo, que la gracias del Rey de Reyes sobreabunde en sus corazones, hoy quiero ponerle un mensaje que me hicieron llegar vía web, sobre un viajero que cruzaba el desierto, esto se nos asemeja a las situaciones que nos involucramos día a día, ya que todos tenemos un desierto que cruzar, esperamos que esta reflexión edifique sus vidas; tiene como nombre La Joya perdida.
La Joya Perdida
Cruzando el desierto, un viajero vio a un árabe sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus caballos, pesadamente cargados con objetos de valor.
Aproximose muy preocupado. “¿Puedo ayudaros en algo?”
—¡Ay! —respondió el árabe con tristeza—, estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas.
¿Qué joya era esa? —preguntó el viajero.
—Era una joya —le respondió su interlocutor— como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del tiempo. Adornaban la veinticuatro brillantes alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya veis cómo tengo razón al decir que joya igual no podrá producirse jamás.
—A fe mía —dijo el viajero— vuestra joya debía ser preciosa. ¿Pero no creéis que con mucho dinero pueda hacerse otra análoga?
—La joya perdida —respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo—, era un día: y un día que se pierde no vuelve a encontrarse jamás.
Esta es una gran verdad. No dejes que se pierda una hora en tu vida que podría ser muy productiva. Horas diarias pasadas frente a un televisor, o simplemente platicando con amigos sin que sean realmente productivas, es una joya perdida. Hoy invirtamos el mejor tiempo, primero con Dios, luego con la familia y en tercer lugar creciendo como personas.
Pero yo elevo a ti mi oración, oh Señor, en tiempo propicio; oh Dios, en la grandeza de tu misericordia, respóndeme con tu verdad salvadora. Salmo 69:13
Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16
Que Dios les guarde en todos sus caminos y que la sangre de Jesucristo les cubra, hasta una próxima entrega.
viernes, 9 de octubre de 2009
El letargo Cristiano
Dios bendiga a todo aquel que busque su reino y su justicia y que la poderosa sangre de nuestro Salvador y Señor Jesucristo les cubra.
Hola hermanos en Cristo, cada momento a cada instante uno como seguidor de Cristo tiene que estar velando en las cosas de Dios, para no caer en tentaciones como le dijo Jesús a los apóstoles, en Lucas 22:40 “Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.”
Ya que para nosotros es un golpe mortal el caer, ya que tu espíritu mismo da testimonio de las cosas que hay de Dios en ti, muchos Cristianos caemos a veces en letargos; a grandes predicadores, evangelistas, misioneros les he preguntado ¿Porque a veces nos ocurre esto?.
Cuando uno cae en letargo, le es difícil orar en los diferentes tiempos, ayunar, dedicarle tiempo a leer la palabra, y si todos, han coincidido, de que como somos hombres, Jehová Dios nos entiende, nos pasa por ese procesa para confirmar si eres o no el Escogido, aunque Dios conoce todas las cosas desde antes de crearla, como dice en Jeremías 1:5a “Antes que te formase en el vientre te conocí” Si no para que tu mismo te confirmes si estás listo para hacer las cosas de Dios.
Yahvé tiene un propósito para cada quien que necesite de su amor de su comprensión porque ya hemos sido bendecidos desde que Dios mismo habló con Abram y le dijo en: Génesis 12:2,3 “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Es decir la promesa está dada, ya nadie tiene que decirnos que Dios nos bendecirá si ya la palabra está dicha y Dios no es hijo de hombre para mentir, y lo que EL dice eso se va a cumplir, siempre y cuando andemos bajo sus leyes, bajos sus estatutos, los cuales nos los dejó en Deuteronomio 28.
Pero mis hermanos los letargos son un proceso, el cual debemos superar nosotros mismos con la ayuda de Dios, ya que el nos da la prueba pero conjunta la salida, debemos hacer un esfuerzo por seguir pegado a las bendiciones que nos fueron dadas, la cual es Cristo, porque El es la verdad, y la vida y nadie viene al Padre sino através de El.
Pidamos a Dios dirección en el nombre poderoso que hay sobre todo nombre, en el nombre del Alfa y la Omega del Principio y el Fin, en el nombre de Jesús, el que vive y reina por los siglos de los siglos amen.
Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Dios les continué derramado su Shekina sobre ustedes. Shalom
Hola hermanos en Cristo, cada momento a cada instante uno como seguidor de Cristo tiene que estar velando en las cosas de Dios, para no caer en tentaciones como le dijo Jesús a los apóstoles, en Lucas 22:40 “Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.”
Ya que para nosotros es un golpe mortal el caer, ya que tu espíritu mismo da testimonio de las cosas que hay de Dios en ti, muchos Cristianos caemos a veces en letargos; a grandes predicadores, evangelistas, misioneros les he preguntado ¿Porque a veces nos ocurre esto?.
Cuando uno cae en letargo, le es difícil orar en los diferentes tiempos, ayunar, dedicarle tiempo a leer la palabra, y si todos, han coincidido, de que como somos hombres, Jehová Dios nos entiende, nos pasa por ese procesa para confirmar si eres o no el Escogido, aunque Dios conoce todas las cosas desde antes de crearla, como dice en Jeremías 1:5a “Antes que te formase en el vientre te conocí” Si no para que tu mismo te confirmes si estás listo para hacer las cosas de Dios.
Yahvé tiene un propósito para cada quien que necesite de su amor de su comprensión porque ya hemos sido bendecidos desde que Dios mismo habló con Abram y le dijo en: Génesis 12:2,3 “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Es decir la promesa está dada, ya nadie tiene que decirnos que Dios nos bendecirá si ya la palabra está dicha y Dios no es hijo de hombre para mentir, y lo que EL dice eso se va a cumplir, siempre y cuando andemos bajo sus leyes, bajos sus estatutos, los cuales nos los dejó en Deuteronomio 28.
Pero mis hermanos los letargos son un proceso, el cual debemos superar nosotros mismos con la ayuda de Dios, ya que el nos da la prueba pero conjunta la salida, debemos hacer un esfuerzo por seguir pegado a las bendiciones que nos fueron dadas, la cual es Cristo, porque El es la verdad, y la vida y nadie viene al Padre sino através de El.
Pidamos a Dios dirección en el nombre poderoso que hay sobre todo nombre, en el nombre del Alfa y la Omega del Principio y el Fin, en el nombre de Jesús, el que vive y reina por los siglos de los siglos amen.
Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Dios les continué derramado su Shekina sobre ustedes. Shalom
jueves, 1 de octubre de 2009
El verdadero Sacrificio
Que la paz de Dios Todopoderoso se derrame sobre las cabezas de quienes
buscas su reino y su justicia.
Hola hermanos en Cristo, luego de varios días de afanes como lo que estamos viviendo en República Dominicana, con tantas cosas que suceden, siempre hay una esperanza latente, para los que creemos en Dios, que es la venida de su Hijo Jesucristo, el cual dijo: "Vengo en preve" y eso es que nos llena de alegría porque sabemos que Él no falla a su palabra. Hoy les traigo un mensaje que recibí por correo que me compungió mi espiritu, y por tal quiero compartirlo con ustedes;Jesucristo nazca en sus corazones.
William y Mary Tanner estaban cruzando los rieles del ferrocarril cuando sucedió. El pie de Mary resbaló y se encajó entre el riel y el cruce para peatones de madera. Ella trató frenéticamente de sacar el pie al tiempo que empezó a escuchar el ruido de un tren que se aproximaba. Sólo quedaban segundos, pues el expreso venía a toda prisa hacia ella por una curva. Will Tanner le haló el pie desesperadamente tratando de liberarla.
Cuando el tren se acercó más, y el silbido sonó a todo volumen, y los frenos chirriaron, Will la tomó en sus brazos. Mientras la gente se estremecía horrorizada, el tren les pasó por encima. Un testigo dijo que justo antes de que la máquina los golpeara escuchó al valiente hombre gritar: «¡Me voy a quedar contigo Mary!» ¡Ese sí que es un gran amor!
Esta historia me recuerda a nuestro Salvador, el cual nos amó con un amor que puede salvarnos (Juan 3:16). La muerte se precipitó sobre Él mientras pendía en la cruz y asumió la pena completa que nosotros merecíamos. Escuchó a personas gritarle que se salvara a Sí mismo y que bajara de la cruz (Mateo 27:40). Pero para salvar a los demás, Cristo optó por no salvarse a Sí mismo (v.42).
Con amor divino y sacrificatorio, Jesús rehusó salvar su propia vida. Murió para poder perdonar nuestros pecados. Nuestro Salvador se quedó en la cruz: por ti y por mí.
Doctor M. R. De Haan
buscas su reino y su justicia.
Hola hermanos en Cristo, luego de varios días de afanes como lo que estamos viviendo en República Dominicana, con tantas cosas que suceden, siempre hay una esperanza latente, para los que creemos en Dios, que es la venida de su Hijo Jesucristo, el cual dijo: "Vengo en preve" y eso es que nos llena de alegría porque sabemos que Él no falla a su palabra. Hoy les traigo un mensaje que recibí por correo que me compungió mi espiritu, y por tal quiero compartirlo con ustedes;Jesucristo nazca en sus corazones.
William y Mary Tanner estaban cruzando los rieles del ferrocarril cuando sucedió. El pie de Mary resbaló y se encajó entre el riel y el cruce para peatones de madera. Ella trató frenéticamente de sacar el pie al tiempo que empezó a escuchar el ruido de un tren que se aproximaba. Sólo quedaban segundos, pues el expreso venía a toda prisa hacia ella por una curva. Will Tanner le haló el pie desesperadamente tratando de liberarla.
Cuando el tren se acercó más, y el silbido sonó a todo volumen, y los frenos chirriaron, Will la tomó en sus brazos. Mientras la gente se estremecía horrorizada, el tren les pasó por encima. Un testigo dijo que justo antes de que la máquina los golpeara escuchó al valiente hombre gritar: «¡Me voy a quedar contigo Mary!» ¡Ese sí que es un gran amor!
Esta historia me recuerda a nuestro Salvador, el cual nos amó con un amor que puede salvarnos (Juan 3:16). La muerte se precipitó sobre Él mientras pendía en la cruz y asumió la pena completa que nosotros merecíamos. Escuchó a personas gritarle que se salvara a Sí mismo y que bajara de la cruz (Mateo 27:40). Pero para salvar a los demás, Cristo optó por no salvarse a Sí mismo (v.42).
Con amor divino y sacrificatorio, Jesús rehusó salvar su propia vida. Murió para poder perdonar nuestros pecados. Nuestro Salvador se quedó en la cruz: por ti y por mí.
Doctor M. R. De Haan
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