Las gracias de Dios todopoderoso y del Señor Jesucristo esté siempre en ustedes.
En esta ocasión le platicaré sobre lo frágil que es la vida mientras estemos aquí en la tierra, espero puedan discernir este escrito que inicia así:
“Yo te extrañare, tenlo por seguro, como pensar que la vida puede terminar en un segundo; la vida es polvo puede esparcirse en un momento, nada trajiste, nada te llevas, solo lo que había dentro”
Este es un estribillo de la canción del grupo cristiano Tercer Cielo “Yo te Entrañaré”, y que mejor para iniciar estas palabras, pues hace tres semanas atrás, andaba con mi hermano en Cristo Alberto, haciendo la obra que Jesús nos envió, llevar la palabra a aquellos que las necesitan, estábamos predicando en las calles, algo que hacemos para la gloria de Dios casi todos los sábado que podemos.
En fin, el abuelo de nuestro querido hermano Alberto estaba muy aquejado de salud y fue ingresado en un centro, en el mismo duró alrededor de tres semanas fue operado del estomago, pero tenía cáncer, durante la lucha se mejoraba, volvía y recaía; Alberto estaba inquieto me comentaba que su abuelo (don Panchito) no había hecho profesión de fe, como estaba en sala de intensivo allí las visitas son estrictas; fuimos donde su tío que es también cristiano, para cuando hubiese chance le hicieran el llamado esto fue hace ya dos sábados, el domingo me llama Alberto que no iba a poder llegar temprano al templo, ya que quería visitar a su pariente para aprovechar una visita y hacerle el llamado a Cristo, así lo hizo, el abuelo aceptó el Sacrificio de Jesucristo.
Pues bien el lunes de esa semana me contó Alberto que el médico de turno fue a visitar a su pariente y lo encontró hablando solo, el galeno le decía que con quien platicaba, él le contesto, “Estoy hablando con Dios, y me dice que ya me voy”, a mi se me aguaron los ojos a escuchar esto ya que el martes en la madrugada falleció; es decir estuvo a punto de irse sin confesar a Cristo, y todos sabemos donde iba a terminar.
No obstante la pasada semana estuvimos visitando el Hospital Salvador Gautier, allí fuimos a ver el padre de una amiga de Alberto, la cual el aprecia mucho, ya que ella fue quien le predicó por primera vez, dio muchas rodillas por mi compañero; allá estuvimos orándole pues tenía complicaciones en los pulmones, estaba también en sala de intensivos; en este Hospital son muy rígidos, no permiten visitas que no sean familiares; que les cuento pues la gracia de Dios se posó en nosotros, y nos concedieron pasar a orar, el señor se encontraba sedado pero pudo escuchar La Palabra de Dios que se le llevó, hizo también profesión de fe en Cristo, y no solo él sino el compañeros de habitación que estaban junto a el; pues el jueves de esa semana falleció el padre de la amiga de Alberto.
Estuvimos a días para que este hombre fuera a parar al lugar de tormento por la eternidad, esperamos que haya hecho esa confesión de corazón, y Dios lo haya perdonado.
Esta semana el martes específicamente, en el edificio donde resido, estaba una señora enferma también de cáncer, Doña Esperanza, en la mañana salgo a laborar como de costumbre, me extrañé no ver a su esposo a quien siempre le preguntaba por su salud; cuando retorno en horas de la tarde me dice una vecina que la señora Esperanza falleció, solo dije Señor gloria a tu nombre, ella era visitada constantemente por cristianos, su hija y nietos lo son, ojalá haya aceptado a Cristo.
En menos de 15 días tres personas partieron de este mundo, lo que nos deja a nosotros que debemos salir a las calles a decirles a las personas lo frágil que es la vida, todo el tiempo pendemos de un hilo, uno muy delgado, somos polvo como dice el estribillo de la canción, como arena en las manos, tan pronto venga un viento dejamos de existir.
Hermanos, busquemos de Dios mientras podamos hacerlo, mientras nos quede aire en los pulmones pregonemos a Cristo, no sabemos el día ni la hora en que podamos partir de esta tierra, Jesús siempre está a la puerta abrámosle para que entre.
Busquemos a Dios en tanto pueda ser hallado.
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Mateo 24:42
Dios continúe obrando en nuestras vidas. Shalom
Hermanos, busquemos de Dios mientras podamos hacerlo, mientras nos quede aire en los pulmones pregonemos a Cristo, no sabemos el día ni la hora en que podamos partir de esta tierra, Jesús siempre está a la puerta abrámosle para que entre.
Busquemos a Dios en tanto pueda ser hallado.
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Mateo 24:42
Dios continúe obrando en nuestras vidas. Shalom