Dios le guarde en su entrar y salir
Que tal queridos hermanos en la fe de Cristo. En este escrito de hoy les quiero plasmar el sentimiento que uno trae al venir de las aguas bautismales, ver el cambio de la persona cuando sale de ella es indescriptible.
El sábado pasado un grupo de 14 personas en nuestra congregación fueron presentadas como miembro de nuestro templo, de esos 12 fueron a las aguas, según ellos iban narrando la experiencia que es estar bajo la cobertura del bautismo según la Palabra de Dios en Mateo: 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Los nuevos bautizados tuvieron una experiencia maravillosa, decían casi todos a unanimidad que dejaban un peso en las aguas, que se notaban mucho mas ligeros.
Desde enfermedades, preocupaciones, dolores, pensamientos inicuos, todo eso fueron dejados al sumergirse narraban uno a la vez. Lo más curioso de este caso es que nadie sabe expresar con exactitud que siente al momento de introducirse; es uno de esos misterio que Jehová tiene para los que buscan su rostro.
Hubo un caso que me llamó mucho la atención en este proceso. Ellos casi todo tuvieron oposición, y eso como es natural no es fácil, el enemigo tratará a toda costa de evitar que entres a ser parte de los escuadrones de Dios; en su mayoría contaban la travesía y obstáculos que se levantaron durante la semana en la cual se tenía previsto efectuar el nuevo nacimiento. Es difícil para un creyente ver este momento sin pasar por un desierto; lo hizo el Señor Jesús, también nosotros lo experimentremos, y usted que nos lee; pero vale la pena. Busque una iglesia y trate de obtener esa sensación, le garantizamos que no se arrepentirá, al contrario, tratará que todo el que conoce, pueda tambien pasar por este sentimiento tan maravilloso.
Hermano recuerda Cristo está a la puerta esperando que le abra, ¡Él viene pronto¡, hasta la próxima Shalom.
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