viernes, 16 de octubre de 2015

LEGALISMO RELIGIOSO O FARISEISMO MODERNO (Parte 2

Dios esté siempre con ustedes

Hola hermanos en la fe, como lo prometido es deuda, aquí le coloco la segunda parte del tema Legalismo Religioso o Fariseismo Moderno, espero que este sea del mismo agrado del anterior y puedan completar la idea.

“Ahora bien, vosotros los fariseos, limpian lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de rapacidad y de maldad. Necios, el que hizo lo de afuera, no hizo también lo de adentro? Lucas 11:39

En este pasaje de la escritura, los fariseos se alarmaron porque Jesús no se lavó las manos antes de comer. ¡Hasta en eso se fijaban! Los legalistas buscan los más mínimos defectos en los siervos de Dios, los juzgan, levantan contienda y división en contra de ellos, hasta despedazarlos. Lo hicieron con Jesús, al cual asesinaron por no soportar que fuera diferente, que predicara la LIBERTAD de alabar a Dios por sus maravillas, porque predicó a los pecadores y se sentaba a comer y beber con ellos. ¡Los fariseos no pueden sentarse a comer y beber con pecadores, porque los juzgarán por sus pecados!

“Más ¡ay de ustedes, fariseos! Que diezmas la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasan por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer sin dejar de hacer aquello.” Lucas 11:42

Los legalistas cuidan mucho las apariencias, pero se olvidan facilmente del amor y la justicia de Dios. Si Dios fuera legalista, desde cuando todos nosotros estuviéramos muertos. Pues la palabra de Dios dice que POR CUANTO TODOS pecaron están destituidos de la gracia de Dios. Y que aquél que se dice libre de pecado, aparte de estar mintiendo, hace a Dios mentiroso. Ese es el primer paso para NO SER legalista. Tener compasión por los pecadores, y reconocer que nosotros estamos o estuvimos ahí, y por LA GRACIA DE DIOS, y no por nuestras obras, fuimos salvos. Y si Dios lo hizo conmigo, y contigo, lo puede hacer con todos los pecadores que se arrepientan. Por lo tanto, tenemos que amarlos como Cristo amó a su iglesia, y dio su vida por ella. Nosotros debemos predicar arrepentimiento en amor, y la justicia debemos dejársela a Dios.

¡Ay de ustedes, fariseos! Que aman las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Que son como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben. Lucas 11: 43-44

Desgraciadamente, los fariseos están activos y vivos en la iglesia de hoy, como lo estuvieron hace mas de dos mil años cuando crucificaron a mi Señor. Se esconden, espían, levantan sus oídos para oír pláticas ajenas, y luego esparcen rumores falsos. Dejan que los incautos confíen en ellos y en cuanto éstos se equivocan, abren sus fauces para acusarles y luego devorarles. Confrontar a un legalista es participar de legalismo. Lo primero que dirán es, perdóname, no lo volveré a hacer, pero inmediatamente después toman ofensa, y actúan en consecuencia, preparan planes de destrucción, y los ejecutan. Solo la gracia y el Poder y la protección sobrenatural de Dios pueden librarnos de sus maquinaciones. Pero sabemos que lo hicieron con mi Señor, y lo siguen haciendo con los siervos y siervas de mi Señor, hoy en día. ¡Que el mismo Señor les reprenda!

¡Ay de ustedes también, intérpretes de la ley! Porque cargas a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero ustedes ni aún con un dedo las tocas! Lucas 11:46
¡Ay de ustedes, intérpretes de la ley! Porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se los impedisteis! Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas; acechándole y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle. Lucas 11:52-53


¿Te es Familiar? A mí si. Los fariseos legalistas te critican como haces tu servicio al Señor, pero no son capaces de comprometerse ellos mismos en ningún servicio al Señor. Envidian el ministerio que tienes, pero no le piden a Dios que los use en Su servicio. Imponen cargas que uno apenas puede llevar mientras ellos de lejos miran sin intentar ayudar. Si alguno se atreve a crecer en el Señor, de inmediato lo bajan. Ponen trampas y esperan con la paciencia de cazadores a que los incautos o simples caigan en ella, para luego acusarles a gran voz. Los fariseos odiaban a Jesús porque Él era libre, y hablaba con libertad y denuedo la VERDAD. Porque no se sometía a la religión ni vino a imponer una religión nueva, SINO QUE VINO A MOSTRARNOS EL CAMINO AL CIELO por Gracia, no por obras, por eso lo mataron. ¡Demonio tiene, dijeron!

“Guardaos de la levadura de los fariseos que es la hipocresía. Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.” Lucas 12:1ª-3

Ponerse al tu por tu con una persona que vive bajo el yugo del legalismo, además de ser peligroso, es desgastaste y fútil. Nosotros no somos el espíritu Santo para convencer a nadie de sus pecados. Pero sí podemos pedir al Espíritu Santo en nosotros que les convenza. Debemos orar cada día pidiéndole a Dios que toda obra oculta dentro de la iglesia se manifieste, y que todo lo que se hable en tinieblas se proclame en las azoteas. El cuerpo de Cristo no puede cargar con el peso de los fariseos a cuestas, los fariseos tienen que ser expuestos y removidos, por el propio peso de sus hipocresías, por la justicia de Dios, y porque Él lo prometió. Si tu has sido víctima de estas aves rapaces dentro de tu iglesia, lo primero que debes hacer es PERDONARLOS porque no saben lo que hacen, nunca lo han sabido, y si Jesús perdonó a los fariseos de su tiempo que a gritos proclamaban ¡Crucificadle! Nosotros tenemos que perdonarles para que LA SALVACIÓN verdadera llegue a ellos. Tenemos que liberarlos de la ofensa y entregarlos en las manos de Dios. Nosotros sabemos, porque la Biblia dice que ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo! Por lo tanto, y por amor a Cristo, ora pidiéndole a Dios que esos fariseos puedan ver el amor de Cristo en ti, y se arrepientan y se conviertan a Él. Si tu has participado de legalismo en contra de mis hermanos en Cristo, y tienes el espíritu de fariseo en ti, arrepientete de tus pecados pues el Señor Jesucristo viene pronto, y separará la cizaña del trigo, ponte a cuentas con todos aquellos que hayas ofendido, y pídele perdón por haber hablado contra ellos. Dios te perdonará y cambiará tu vida, si tu reconoces que había orgullo, legalismo e hipocresía en ti. Y Satanás no se enseñoreará de ti, no más. Te lo digo en el nombre de Jesús, mi Señor y Salvador. Así sea, amén

¡Cristo Jesús Viene!

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