sábado, 21 de mayo de 2016

¿QUIERES TENER PAZ CON DIOS?

Dios les guarde en su caminar

Que tal queridos hermaos en Cristo Señor nuestro. En la realidad de la vida cada día cometemos errores, uno de ellos es estar a la espalda de Dios, si busca usted estar bien con Jehová es bueno poner a cuenta todo lo que nos sucede y presentar las fallas que cometemos, a continuación le presentamos estos escritos de Feliciano Briones, que dan en el asunto:

"Todavía, hoy, estamos a tiempo de resolver el problema más grande de nuestra vida: nuestro destino eterno". LA REALIDAD
A comienzos del siglo XXI los seres humanos estamos viviendo como si Dios no existiera, orgullosos de “haber superado la idea de Dios” como si todas las cosas se hubieran hecho solas, como si no fuéramos a ser juzgados de todo lo que hacemos o dejamos de hacer.

¡Qué locura la de nuestra generación! ¡Qué suicidio el de nuestro tiempo! Porque ciertamente la ira de Dios se muestra contra toda indiferencia e ignorancia voluntaria que las personas mostramos hacia El, pues su eterno poder y la realidad de su existencia se aprecian claramente por medio de la magnífica obra de la creación del mundo y del universo, de manera que no hay excusa a nuestra actitud, porque habiendo reconocido en lo íntimo que solamente por medio de un Creador pudo ser hecho lo que está creado, nuestros razonamientos se oscurecieron al rechazar después esta verdad, la más grande de todas, y vivir razonado como si Dios no existiera, ¡Como si fuéramos un producto de la casualidad! Sin darle gracias reconociendo que la vida viene de Él, sin contar con Él para nada ni en las decisiones pequeñas o grandes de nuestra vida; sin adorarle como corresponde a su Majestad. Y las tinieblas de nuestro entendimiento se hacen más espesas cuando la adoración se la damos a seres creados y no al Creador, a hombres y mujeres que se destacan en algo o por algo, ellos son nuestros dioses; A imágenes y esculturas creadas por la imaginación humana; o al dinero, a los placeres. ¡Corremos tras ellos desenfrenadamente! Y así presumiendo de sabios, demostramos que no lo somos al desechar la Fuente de toda sabiduría.  

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;  porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.  Romanos 1:18-23

MÁS HONDO EN LA CAIDA
Al desechar nosotros a Dios de esta manera, El también nos dejó a la dureza de nuestro corazón, y hundimos en impurezas nuestros deseos sexuales, estando llenos de toda corrupción en las costumbres y de toda lascivia, deshonrando entre nosotros nuestros propios cuerpos, caídos en pasiones viles, haciendo usos sexuales contra naturaleza, llenos nuestros pensamientos de fornicación y adulterio. A nosotros que cambiamos la verdad de Dios por la mentira adorando a la criatura antes que al Creador, Dios nos abandonó a nuestra mente réproba, y estamos viviendo llenos de engaño, envidia, contienda, y malignidad. Siendo chismosos, maldicientes, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, vanagloriosos, desobedientes a los padres, insensatos, desleales, sin afecto natural, sin compasión.  Epístola a los Romanos 1:24-31.

He aquí el mensaje de Dios para los hombres y mujeres de todas las épocas, también de la nuestra; sin duda resulta duro para la vanidad y el orgullo humanos, pero lo tremendo de él es que es verdad. Si fuera un hombre quien nos señalase de esta manera nuestra condición moral podríamos negarlo y él no podría probar muchas de estas cosas, pero con Dios no podemos hacer esto, El lo ve todo por eso habla con seguridad de nuestra situación, pues conoce nuestros pensamientos más secretos, nuestros pecados más ocultos y las intenciones escondidas de nuestro corazón. En el día que El nos juzgue todas estas cosas saldrán a la luz, entonces no servirán las excusas. Salmo 139:1-3; Apocalipsis 20:12

Por ello debemos arrepentirnos de nuestros pecados y no volver a cometerlos, perdir la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe y no caer de nuevo en la trampa del enemigo de la justicia.

NOTA: estos escritos fueron editados para hacer el estudio más resumido para que lo puedan leer desde sus dispositivos móviles.

Hasta la próxima entrega, Shalom.
 

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