lunes, 17 de enero de 2011

¡SE ABIERTO

La gracia de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo recaiga sobre ustedes.

Que tal queridos hermanos en la fe de Cristo, hoy luego de varios días en actividades de nuestro templo, hemos retomado las sabias palabras para ponerlas en práctica en esta atalaya, para dar aviso a los que están fuera de la Gracia de Dios, el cual le traemos un tratadito de nuestro hermano Alejandro D. Riff, que son muy edificantes, luego en un momento aportuno les comentaré sobre un proyecto que se está efectuando en nuestra congregación para salvar almas. Dios les continúe obrando en sus vidas, difruten de este manjar, que nos regala el Señor Jesús.

¡SE ABIERTO!
Marcos 7:32 al 35. Y le traen un sordo y tartamudo, y le ruegan que le ponga la mano encima. Y tomándole aparte de la gente, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; Y mirando al cielo, gimió, y le dijo: Ephphatha: que es decir: Sé abierto. Y luego fueron abiertos sus oídos, y fué desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.

La dificultad por la cual un sordo no puede hablar, no se debe a que tenga algún problema en sus cuerdas vocales o algún defecto físico en lo que se refiere al mecanismo del habla. El problema radica que no puede pronunciar bien una palabra, simplemente porque "nunca la ha escuchado", por tanto su cerebro no puede ordenar una pronunciación correcta a su lengua, ya que carece de esta información.

En este pasaje de la Biblia, le traen a Jesús, un "sordo y tartamudo" para que lo sanase. Todos esperaban que "le imponga sus manos" (como en tantas oportunidades había sanado de esta forma.), pero esta vez, realiza algo distinto... sin duda, para dejarnos una enseñanza espiritual. Saca a esta persona fuera de la multitud, pone sus dedos en sus orejas... escupe su lengua, y exclama en voz "aramea", esta palabra llamada "Effata", que quiere decir: "SÉ ABIERTO". Y luego... fue sano... el sordo ya no era más sordo, sino que podía oír... pero es más, aprendió instantáneamente a hablar... ahora podía expresar sus pensamientos!, podía HABLAR. Algo nuevo para él, gracias al milagro de Cristo.! En esta historia Cristo, dejó en claro "la conexión que existe entre el habla, respecto al oír".

Sus dedos en las orejas de este sordo, y el escupir en su lengua, nos ejemplifican esto. Muchas personas espiritualmente están sordas respecto a Dios. Cuando se les pregunta acerca de su fe, o de la salvación de su alma, no pueden "responder una palabra con claridad". Otros pretenden vivir una "vida cristiana" pero cuando nos acercamos a los mismos, notamos que no tienen una vida conforme a la fe que dicen profesar, sino que están en pecados, y su habla no es clara como la de verdadero hijo de Dios, sino que solo son "tartamudeos" acerca de cosas espirituales.

Muchos son los que se dicen ser cristianos, pero que no hablan todavía el lenguaje del evangelio. ¿A que se debe? A que su oído aun permanece cerrado a la voz de Dios. Su "oído espiritual" nunca fue abierto, no conocen la dulce voz de Cristo que habla al corazón, nada sabe acerca del aliento de vida que la "palabra de Dios" provoca en el alma. ¿ Haz escuchado en tu corazón... la voz de Dios realmente alguna vez ? Quizá como en esta historia tengas que encontrarte con Cristo para que Él pueda "abrir tu oído".

El pecado ha causado en el ser humano una "sordera con respecto a Dios su creador". Es necesario que esos conductos obstruidos, sean abiertos, de lo contrario nunca escucharás la voz de Dios, y por consecuencia jamás podrás hablar el lenguaje del evangelio de vida.

Estimado amigo/a
: La obra de Cristo en la cruz, fue realizada, para la liberación de nuestros pecados (si realmente creemos en Él.) Vino a reestablecer la comunicación que el hombre perdió con Dios a causa del pecado. Esta humanidad camina indiferente rumbo a la perdición, haciendo "oídos sordos" al clamor de Dios para salvarlos. Pero habrá quienes, el Señor Jesús los aparte de la multitud perdida, (tal como en esta historia llevó a esta persona "aparte de la gente".) y toque sus oídos espirituales, y suelte su lengua, y comience a hablar como un verdadero Hijo de Dios... es decir: QUE SEA SALVO.

Antes era sordo y permanecía en el silencio del pecado, sin escuchar la voz de Dios, pero hora no solo puedo escuchar al amoroso Salvador, sino que también puedo ahora... hablar con Él! Dios quiere escuchar también tu voz, y no quieres que sigas sordo con respecto a Él. Todo comienza con un EPHPHTHA. Comienza con un: SÉ ABIERTO!

Hasta la próxima entrega, Cristo les guarde con su sangre poderosa. Shalom

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