lunes, 27 de junio de 2011

DIGAMOSLE NO A LA MENTIRA

Dios Todopoderoso esté siempre en su entrar y salir.

Que tal queridos hermanos, la gracia de Jesús permanezca en ustedes, he recibido de un hermano de nuestra congregación un texto a través del correo electrónico, que me fue de edificación, tal vez algunos de ustedes lo han leído pero como la palabra de Dios se renueva cada mañana aqui se los traigo.

SOLO QUIERO QUE TE DIGAS A TI MISMO SEÑOR JESÚS AYÚDAME A NO MENTIR PORQUE TU NO ERES PADRE DE MENTIRA SINO DE VERDAD.

quizás no lo entiendas pero una mentira no se tapa con una verdad sino con otra es para lo que hablan de las mentiras piadosas

La Biblia tiene tanto que decir acerca de la mentira como lo que dice acerca de cualquiera otra cosa. Santiago dijo: "y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno". ( Santiago 3:6 ). Entre los grandes problemas de los cristianos se encuentran los pecados de la lengua. Si alguien puede dominar su lengua entonces podrá dominarse a sí mismo. Si alguien puede vencer la lengua entonces podrá estar seguro de que tendrá una real y duradera victoria.

Santiago dice: "Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal." ( Santiago 3:7-8 ).

Hay muchas manifestaciones de los pecados de la lengua. El enojo es una de ellas. Aunque la ira o el mal genio es un pecado del espíritu, en su sentido primario, acontece muchas veces, que el perder el dominio de la lengua se considera como un pecado de la lengua.

Hay muchas variedades de la ira, tales como la indignación, la irritación, la impaciencia, la vejación, el odio, la exasperación, el resentimiento, la pasión, el mal humor, la rabia, el furor, y estas se expresan con toda clase de coléricas palabras que se extienden desde las palabras fríamente picantes y llenas de sarcasmo hasta las que brotan candentes con la flama de la furia. Dios las condena a todas y dice que son pecados en su presencia. Cada expresión de ira está llena de peligro, aun la forma más noble de la indignación. Alguien ha dicho que si se tiene la razón no hay motivo para perder el dominio de sí mismo y si se está equivocado nada se aventaja con dar rienda suelta a la lengua. Las palabras iracundas nunca han mejorado una situación. El hombre más sabio del mundo declaró que el que tarda en airarse es de grande entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. La Biblia dice: "La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor." ( Proverbios 15:1 )

La Biblia vuelve a decir: " Cruel es la ira, e impetuoso el furor"; ( Proverbios 27:4.a ) Jesús dijo: "Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable del juicio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno del fuego." ( Mateo 5:22 ) Pablo dijo: "Airaos, y no pequéis." ( Efesios 4:26 a )

Muchos cristianos excusan su mal humor en diferentes formas. Algunos de ellos, entre los más rebeldes, en efecto, se sienten orgullosos de su espíritu ingobernable. He oído decir que una de las excusas más comunes es la de atribuir el mal genio a los nervios, haciendo así de una falta y un pecado un achaque. Es mucho mejor reconocer el pecado, arrepentirse, confesarlo, dejarlo y humildemente dar satisfacción de él. La Biblia enseña que Dios puede dar victoria en la línea de las más grandes derrotas.

Otro pecado de la lengua que es muy común en todo el mundo es la blasfemia. El tercer mandamiento declara: "No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano." ( Éxodo 20:7 ). Una de las cosas más nauseabundas en el lenguaje hoy día es la blasfemia, la maldición y el tomar el nombre de Dios en vano. Muchos jefes en la política y hombres que ocupan puestos de importancia son dados a maldecir y blasfemar. En las aulas de los colegios y la universidades muchos profesores son culpables de usar el nombre de Dios en vano presentando así un pobre y terrible ejemplo a los alumnos a quienes están tratando de enseñar.

Muchas personas maldicen para asombrar a las personas que los rodean, para ser viles, para tratar de deshacerse de un complejo de inferioridad o sencillamente para exhibirse. Pero la Escritura dice: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" ( Efesios 4:29 ).

La Biblia enseña que un hombre que pude gobernar su lengua puede gobernar toda su personalidad. Si usted no puede dominar su lengua en cuanto al maldecir, la Biblia enseña que está usted esclavizado, y que el maldecir es un pecado del cual usted es culpable ante Dios. Hay lenguajes en el mundo con riqueza de vocabulario, pero, aún así, hay lisiados verbales que tienen que cojear con muletas de palabras sospechosas que los lanzan al infierno, según nos dice la Biblia.

Lev. 19:16, “No andarás chismeando entre tu pueblo”
Prov. 6:19, “El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”

Prov. 11:12, “El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla. 13 El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo”.

Prov. 12:18 “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada”.

Proverbios 16:28, “Y el chismoso aparta a los mejores amigos”.

Prov. 18:8, “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entraña”.

Prov. 20:19, “El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas (no te asocies), pues, con el suelto de lengua (chismoso, LBLA)”. ¿Secreto? O, qué bueno. Me gusta oír secretos.

Prov. 26:20, “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. 21 El carbón para brasas, y la leña para el fuego; Y el hombre rencilloso para encender contienda. 22 Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas”.

Rom. 1:29 LBLA “estando llenos de toda injusticia, maldad … chismosos”.

2 Cor. 12:20 “chismes” (murmuraciones).

Sant. 3:1-12. Nos encanta leer 1 Cor. 13:4-7 y también nos encanta chismear. De la misma boca …

Cristo le continúe enseñando el camina a la salvación. Shalom

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