domingo, 30 de diciembre de 2012

LA TIENDA DE DIOS PARA TI

La gracias de Dios siempre estén presentes con ustedes. 

Hola hermanos esperando en Cristo Jesús, que el nuevo año venga con energía más renovadas, más confianza el Jehová, pero sobre todo más dependencias de Cristo, para quién suscribe fue un año de aprendizaje, de saber que siempre Dios tiene el control, de perdidas humanas incalculable, incluyendo muchos conocidos nuestro, pero como siempre Jehová solo es el que tiene el control del destino.

En este año que a solo horas que les queda me pareció acertado traerle este tema, que lo habíamos publicado hace algunos años, pero que no deja de ser efectivo en estos tiempo donde el consumo es lo que premia en el mundo, espero que les edifique, éste será el último mensaje de este año, luego publicaremos una felicitaciones, Amén!.

La tienda de Dios gratis para ti
Hace mucho tiempo caminando por el sendero de la vida, encontré un letrero que decía: “La tienda del Cielo”. Me acerqué y la puerta se abrió lentamente. Cuando me dí cuenta, yo ya estaba dentro.  Vi unos ángeles parados en todas partes. Uno de ellos me entregó una canasta y me dijo: “Toma, compra lo que quieras. De todo lo que un cristiano necesita hay en la tienda”.

Lo que primero compré fue paciencia. Luego amor, que estaba en la misma fila. Más adelante vi comprensión y también la compré.  Iba a necesitarla donde quiera que fuera. Compré además, dos cajas de sabiduría y dos bolsas de fe. Me encantó el empaque del perdón.

Me detuve un poco para comprar fuerza y coraje. Esto me ayudaría mucho en esta carrera de la vida. Cuando yo tenía casi llena la canasta, recordé que me faltaba algo que no debía olvidar la salvación. Esta me la ofrecieron gratis. Entonces tomé una buena porción de cada una, suficiente para salvarme y para salvarte. Entonces caminé hacia el cajero para pagar la cuenta; yo tenía todo lo que un cristiano necesitaba; pero cuando iba a llegar, vi la oración y la agregué a mi canasta ya repleta.

Sabía que cuando saliera la usaría. La paz y la felicidad estaba en los estantes pequeños al lado de la caja. Aproveché para cogerlas. La alegría colgaba del techo. Tomé un paquete para mi. Llagué al cajero. Le pregunté: Cuánto debo? “El ángel me miró sonrió y me dijo lleva tu canasta done quiera que vayas”. Si, pero ¿Cuánto debo? El otra vez me sonrió y me dijo: “No te preocupes, Jesús pagó la deuda hace mucho tiempo por ti”.

Tu puedes entrar y comprar gratis en la tienda de Dios, sólo debes recibir a Jesús en tu corazón y creer en El para la salvación de tu alma. El pagó tu cuentas ante Dos para que tú recibas la gracia de la vida eterna. Sigue a Jesús hoy y siempre. "A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche”. Isaías 55:1

Muy edificante verdad busquemos a Dios, mientras ser hallado.  Hasta el próximo año. Shalom

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