lunes, 6 de junio de 2011

Jesucristo, La luz del mundo

La Gracias sean dada de lo alto a todos los hombres de buena voluntad.

Hola hermanos en la fe de Cristo Jesús Señor Nuestro. Cada día el tiempo es más corto a cada momento el mundo se vuelve más en las tinieblas, eso es sinónimo de lo que dice Mateo 24, que el fin de este mundo se acerca; no podemos olvidar que esta vida es pasajera, existe vida después de aquí, procuremos andar en el camino de luz, ya que ella se acercará nuevamente al hombre. Es luz es Cristo, el Salvador.

En esta entrega le plasmaré una literatura que me regalaron en un autobús, una sierva, muchos talvez la han leído pero no deja de ser edificante y encaja en estos tiempos que estamos pasando; disfrútenla.

Jesucristo, La luz del mundo
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (San Juan 8:12).

Estas palabras de Jesucristo, pronunciadas mientras enseñaba en el templo de Jerusalén, constituyen una exclamación sin paralelo, de una profundidad y transcendencia sin precedentes, ¿Quién en toda la historia de la humanidad se ha atrevido a pronunciar palabras semejantes? Nadie, Cristo, sólo Cristo, pudo hacerla, porque tal como lo expresó Juan el Bautista, Jesús es “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”. (San Juan 1:9)

Estas palabras de Jesucristo deben movernos a una profunda reflexión, toda vez que le mundo actual que nos ha tocado vivir se caracteriza por ser un lugar de densas tinieblas.

Las guerras, el terrorismo, los crímenes la violencia, los robos, los atracos, la corrupción, las violaciones hasta de niños recién nacidos y ancianas, el ocultismo, la brujería, el satanismo, las drogas, el agiotismo, los vicios, el enriquecimiento ilícito, la injusticia, los pleitos entre políticos y un largo etcétera, hacen de este mundo un lugar prácticamente inhabitable, donde las tinieblas, la oscuridad y el pecado en todas sus formas predominan con un poder terrible.

La oscuridad ha penetrado el alma de millones de personas. Muchos se han acostumbrado a vivir en las tinieblas del pecado y han llegado a aborrecer la luz.

Las estadísticas muestran que la tasa de criminalidad creció en el mundo cuatro veces más rápido que la de la población, lo que equivale a decir que la humanidad está siendo arropada por una vorágine de violencia que amenaza con destruir a todos. De ahí entonces que las palabras de Jesucristo adquieran una relevancia extraordinaria, porque es incuestionable que le mundo necesita desesperadamente una luz que disipe tantas tinieblas.

El Cordero que quita el pecado del mundo, es la luz verdadera Jesús que ha venido a este mundo, y lo demostró en su carácter y en su mensaje; Cristo es la luz insuperable, insustituible, universal, que nunca se apaga, que alumbra a todos, como la luz del sol.

Podríamos prescindir de la luz eléctrica ya que es una luz relativa, pero ¿quién podría prescindir de la luz del sol? Nadie, porque el sol es una fuente de vida. Así es Cristo Jesús.

Aunque muchos crean que pueden vivir sin El, finalmente se darán cuenta de que esto es imposible. Amigo, yo te invito en este momento a que dejes penetrar en tu corazón a Cristo la luz refulgente, que disipará todas las tinieblas producidas en tu vida por el pecado.

Si le aceptas como tu Salvador y Señor, las tinieblas del pecado se borrarán, y desde ese momento vivirás en plena luz, porque Cristo morará permanentemente en tu corazón y te hará una nueva criatura. Amén

Si has sentido el toque de Dios y quieres ser salvo, levanta tu mano y repite la siguiente oración. “Señor Jesucristo, te acepto como Señor y Salvador de mi alma. Perdona mis pecados. Me arrepiento. Inscribe mi nombre en el libro de la vida”. Amen.

Si has hecho esta oración, visite hoy una iglesia donde se predique la palabra de Dios, conforme a lo escrito en la biblia, bautícese, y busque servirle a Cristo, que encontrará la llave de la Vida Eterna.

Muy instructivo e enriquecedor verdad. Hasta la próxima atalaya. Shalom

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