jueves, 13 de marzo de 2008

Una llamada al alma

Hola queridos hermanos Jesucristo esté en sus corazones, aqui continúo con los tratados.

Dios hizo al principio un mundo feliz, sin odio, sin enfermedades; un mundo en el cual los niños no se murieran de hambre como hoy en día lo estamos viendo, que los padres no los abandonen y que sus madres no los abortaran, porque sólo Dios es dueño de la vida. [Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5] Los politicos, los economistas y aún los científicos se reúnen con frecuencia para buscarle un fin a la crisis mundial; ellos buscan la falla del sistema mundial en su sabiduría humana, pero todo está escrito en la palabrad de Dios [Mateo 24-3 al 14].

Todos los males que hoy afectan a nuestro mundo sólo tienen su principio hacia Dios, el creador de la tierra y de todos los hombres [Génesis 3:16 al 19] Destrozado todo lo que Dios habia creado, una tierra de bendita a maldita, un hombre de libre a esclavo del diablo, aquella felicidad que el hombre y su hogar perdieron no la van a encontrar en los placeceres de esta vida de corrupción. Enfermedad, pobreza, desamor, hambre y guerra es todo lo que el hombre puede conseguir en los caminos de su corazón [a causa de lo cual me disgusté contra esa generación y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Hebreos 3-10] Pero Dios dio la salida de todas estas aflicciones por medio a la obediencia hacia Jesucristo, nuestra desobediencia es perdonada por su sangre, son borrados nuestros pecados y en sus llagas son sanadas nuestras enfermedades [Isaías 53:3-5]

Entonces aquel camino que no conocías lo encontrarás, y la verdad que no entendías, tu alma, y la vida de Cristo te levantará de los muertos [San Juan 14:6] Porque sólo en Cristo Jesús hay vida eterna.
Decidete a cambiar tu vida; solo Jesucristo te puede ayudar a salir del camino de las tinieblas, del dolor, la maldad y enfermedad, para librarte de esta esclavitud. El murió para darnos vida, una vida nueva; y con su resurreción venció a la muerte y con ella al mundo. Búscalo: no esperes más tarde. Ven a Cristo hoy.

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