domingo, 15 de abril de 2012

Un momento de reflexión

La gracia de Dios continúe obrando en sus vidas y que Cristo resplandezca en sus corazones.

Hermanos de la fe en Jesús Señor Nuestro, le quiero plasmar este mensaje, sobre el cual Dios ha venido trabajando en mi vida a lo largo de mucho tiempo.

La humildad
Es difícil, para la carne no adaptarse a las vanagloria, Jehová Dios siempre le ha gustado en su ser humillar a los que se enaltecen y exaltar a los que se humillan. Jesús mismo el hombre más grande que ha pisado esta tierra de ingratos, con todo poder y gloria, se humilló hasta los sumos y nos enseñó que para ser grande entre los hombres debemos ser humilde, el mismo tomó un lienzo y lavó los pies de sus discípulos, explicándonos:

 "Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad". "Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, " " y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos".  "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". (Marcos 10:42-45)

Si Jesucristo con toda su majestad y poder vino a la tierra a servir porque a nosotros nos cuesta servir a los demás, ir en ayuda a quienes lo necesitan. En una ocasión el Señor Jesús les dijo a sus seguidores, "Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:" "Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él," " y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar".  "Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa". "Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido" (Lucas 14:7-11)

Mis hermanos tratemos de buscar a toda costa agradar a Dios, haciendo su voluntad, el Padre busca los verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y verdad, y que más que la obediencia a sus mandatos y siguiendo los consejos que Jesucristo nos dijo en sus evangelios.

Dios le guarde siempre, hasta una próxima atalaya. Shalom

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