martes, 22 de octubre de 2013

TESTIMONIO DE ANA MARIA

La gracia del Señor esté siempre en ustedes

Hola hermanos en la fe de Cristo, en esta entrega le quiero comentar sobre un milagro vivo que hizo el Señor con una miembro fundadora de nuestras congregación, fue algo fuera de serie, como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el mismo de ayer, hoy y siempre condujo a esta mujer por la senda de la muerte y luego como Lazaro le dijo ven fuera; espero que le sirva de aliento a los que estén atravesando esta situación.

Ana María, y su esposo Daniel Mercedes fueron de los primeros que asistieron al tabernáculo cuando las puertas de nuestro templo San Juan 14:1 se abrieron para enseñar La Santa Palabra, ellos por motivos de encontrar una mejor vida emigraron a EEUU, y se ubican en Elizabeth, Nueva Jersey, desde allá ellos siempre han cumplido con todo lo que un miembro activo debe hacer, allá se congregan en la iglesia Campamento de Jehová, pero nunca han decidido retirar su membresía de San Juan 14:1.

Pues hace alrededor de tres años Ana María comenzó a tener inconveniente con su hígado, problema que se le había diagnosticado alrededor de 10 años pero como ser humano al fin no le dio mucha importancia, hasta que ese momento inició un proceso de deterioro, ella contaba que vomitaba sangre, la piel se le ponía fea y fue declarada con Cirrosis hepática, el hígado dejó de funcionar o lo hacía a una baja capacidad, en el transcurso de los años contaba que inició un tratamiento con unas pastilla en EEUU, las cuales le atacan las células cancerígenas del hígado pero la debilitaban mucho, casi no tenía fuerzas, incluso dejó un año sin trabajar porque era muy fuerte el medicamento, como alrededor de un año con el tratamiento le hacen la prueba y sale que no tiene el virus. 

Pero a los seis meses aparece otra vez, el médico le dice que tiene que someterse al mismo tratamiento pero con una dosis mayor, ella dice que no quiere volver a tomar otro año sabático, que allá se lo permiten por motivo de enfermedades u otra situación, pues decide con su jefes, ella es maestra de secundaria seguir con el tratamiento y no tomar ese año libre, pues decía que no podía estar parada y pasó el año completo sentada dando las clases a los alumnos, salía un grupo y entraba el otro y ella sentada recostada, hasta un momento dejó de sentarse en las silla de los maestro y lo hacía en una de los estudiante, fue algo horroroso decía ya que los efectos la dejaban sin fuerzas y muchas ganas de vomitar.

Así pasó el tratamiento cuando la evalúan sale que todo es negativo, que no hay células dañadas, pero luego de tres meses aparece nuevamente el virus. El médico la refiere al mejor hospital que se especializa en hígados, allí la evalúan  y le comentan que tiene cirrosis y necesita un donador del órgano. Lo grande del caso es que ella es la número 28 del listado de espera. Inicia el cuadro de deterioro, se le inflaman los pies, el vientre le comienza a crecer, a sangrar por la boca, porque cuando ese órgano no funcionar las arterias se llena y explotan; después de muchas crisis dice que pasó alrededor de seis meses yendo y viendo al hospital.

Allí comienza la lucha, los hijos no estaban de acuerdo al diagnostico del médico, pero Daniel dice que no quería irse de ese hospital ya que son los expertos, le queda cerca de su casa y es más fácil transportarla a ella. Esa lucha la pasaron por ocho meses, pero ellos fiel a La Palabra de Dios se mantenía orando y pidiendo al Señor, ella decía que no quería irse sin que el Señor le diera la satisfacción de que su familia y seres queridos estén preparados cuando ella les falte porque sabía que iban a sufrir mucho, incluso comenzó a dar ordenes a su hija para que supiera como iba a atender a su papá. En una crisis de esas ella clamaba al Creador y El le dio esta Palabra Salmos 18:15-17. Y fue confirmada cuando nuestra pastora la llamó y le dijo Ana María léase el Salmos 18, ella no le quedó otra cosa que llorar, porque sabía que Jehová estaba en pleno control.

Luego de varias semanas la pastora nos comunica que nos pongamos en oración que Ana, sufrió otra recaída fuerte; pues ella iba para EEUU para estar con ella, incluso narró la pastora que estaban haciendo arreglo con las casas fúnebre, ella empacó solo ropas blanca y negra, dizque porque no tenía cabeza para ir a tienda en esa situación.

Mis hermano Jehová comenzó a hacer la obra,  de la número 28 la colocaron en la número 2, los médico violando el procedimiento lo hicieron así, por la gravedad de ella, algos que los norteamericano no hacen, apareció un donante, pero el problema era que ella era la dos, inician el proceso con la primera persona pero el órgano no es compatible con esa señora, lo prueban con Ana y si es correcto, lean los requisitos para ponerle el órgano (estándar EEUU) tienen que ser del mismo peso, tamaño y edad; otro milagro.

El cirujano que va a hacer la operación es cristiano, y se congrega en la misma iglesia donde ellos lo hacen, la hija de Ana lo reconoce; antes de entrar a la sala el esposo le dijo permitanme hacerle una oración él oro para que Dios tomara las manos de ellos y continuara la obra, uno de los médico dijo ¡Amén! eso le confirmó a los familiares que Jehová estaba en pleno control.  Yen cada momento de la cirugía le decía al ayudante ve diles a los familiares que todo está saliendo bien;  la cirugía duro alrededor de 14 horas. Ana esta muy bien gracias al Señor y el domingo pasado contó su travesía entre la vida y la muerte. Es largo su testimonio porque luego de ahí, ellos tuvieron muchas luchas con los efectos secundarios de los medicamentos, la transfusión de sangre que fueron sometido y el órgano que no era un cristiano, todo eso trajo una transfusión de espíritu que su esposo reprendió en el nombre de Jesús.

Para la gloria de Jehová Ana María el Señor hizo como Lázaro, no publico las fotos por respeto a ellas, pues son muy fuerte las llagas, las hinchazones en los pies y la coyunturas, así como la del vientre, pero sepan que Dios la sacó del sepulcro. Amén! Ahora ella a iniciado un nuevo ministerio contar su milagro a todos, esperamos en Jehová que Él le abra puertas para llevar esperanzas a otros.

Hasta aquí mis hermano esta experiencia de Ana María. Hasta la próxima Shalom.

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