martes, 24 de marzo de 2015

MOMENTOS DE DÉBILIDAD EN TU VIDA

Dios les guié en su caminar.

Que tal queridos hermanos en la fe de Cristo Señor nuestro. Muchas veces en nuestra vida cristianas llegan los momentos de desánimo, aquellos en los cuales, se miras a ti mismo y te dices, para esto fue que el Señor me llamó, para estar así, le he preguntado a algunos hermanos de los más antiguos en el templo y casi todo coinciden en que eso son los momentos de muerte, los de vaca flaca, en términos espirituales.

Muchas pasamos por ese desierto, donde se nos dificulta orar, hacer la voluntad del Señor la cual nos ha enviado ha hacer aquí en la tierra. Aunque estemos asistiendo a las actividades del templo, reconocemos que hay una baja espiritual, esto no es tan normal ni tan común, pero sucede a veces; lo pasaron los patriarcas, los profetas, también los apóstoles, y nosotros no estamos excepto de atravesar por este valle.

Le recomendamos a todos cristiano, que no se aparte como dice la Palabra  1Cotintios 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. Pues es muy difícil el levantarse, el enemigo pone muchas trampas, muchas interrogantes a nuestras vidas, le entra un pesar un desánimo para leer la Santas Escrituras.

Pero el que es entendido, sabe como se maneja el enemigo de la justicia, la serpiente antigua, Satanás, el ángel caído que busca robate la gloria eterna que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros. Hermanos si usted se encuentra en esa situación no se quede solo, pida ayuda al Espíritu Santo de Jehová, no falte a la iglesia, y comuníquele a un hermano de confianza su situación para que le ayude a orar, a buscar la presencia del Creador, para fortalecimiento de tu vida espiriutal.

Dios no quiere que el hombre perezca, sino que todos acudan al arrepentimiento verdadero, que se vuelvan de sus malos caminos y busque su reino y su justicia.

Mis hermano Cristo está a punto de venir ven a buscar su rostro mientras pueda se hallado, Él está a tu puerta, ábrele, para que el entre en tu vida. Hasta la próxima entrega. Shalom.

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