jueves, 21 de mayo de 2009

La verdadera victoria

Gracia y paz de parte de Dios Omnipresente, de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Hola hermanos en Cristo, hoy le tengo un mensajito que encontré en un tratado que un hermano de obsequió y creí propicio para esta situación que muchos tratan de obtener la victoria por si mismo, es un tema que nos llama a la reflexión, disfrutenlo.

La verdadera victoria
Por mucho tiempo, los atletas, has aspirado a alcanzar la victoria. Pasan muchos años de entrenamiento, de auto-disciplina, perseverancia, paciencia, y preparación para lograr la meta. Sea deportista de un equipo o haga competencia individual, la esperanza es alcanzar el éxito de la victoria.

Cuál es la victoria verdadera?
Astylos de Crotón, un campeón campeón olímpico de la antigua Grecia, llevó la meritoria rama de olivos seis veces, ganando la suma de la victoria de tres olimpíadas. Astylos, un corredor quien batió muchos récord, su reclamación a la fama fue el triunfo de un evento en el que los atletas que habían corrido se vestían en un raje de armadura.

A pesar de su fama y renombre, que él estaba en medio de los que habían logrado el punto culminante del atletismo, Astylos fue un hombre que murió solo y derrotado. Fue descubierto por sus compatriotas que él había aceptado un soborno para participar debajo de la bandera de Siracusa. Para deshonrar su nombre, los ciudadanos de Crotón derribaron su estatua convirtieron su hogar en una cárcel. Además su familia renegó de él.

La victoria de Astylos fue temporal. “Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; pero nosotros, una incorruptible”; (1 Corintios 9:25) La victoria verdadera que dura no se encuentra en los trofeos, ni en los medallones, ni en la adoración del hombre.

La victoria verdadera no se encuentra en una posición sino en una persona, Jesucristo. “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36) Amigo lector si buscas la verdadera victoria ya ha sido ganada para ti.

Nuestra victoria fue ganada cuando Jesucristo venció la tumba y la muerte. “Dónde está, oh muerte, tu aguijón ¿Dónde, oh sepulcro tu victoria?... Más gracias sean dadas Dios, que nos da la victoria” (1 Corintios 15:55,57).

La victoria de Cristo es nuestra, cuando la reclamamos. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” (Juan 1:12 “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13)

1 comentario:

Arys A. Emeterio Ramos dijo...

la verdad es dura pero es mas suave cuando se reconoce

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