jueves, 17 de septiembre de 2009

El mejor detergente

Dios derrame su Shekina sobre los fieles, que buscan su reino y su justica.

Bendiciones hermanos en Cristo, la atalaya de hoy se la dedicaremos a un producto muy especial que todos usamos en casa; pero este producto que le traigo no se vence, nunca se acaba, y es 100% confiable, Disfrutenlo

El mejor detergente del mundo

Con frecuencia se transmiten anuncios por la radio y la televisión, que con vivo matiz competitivo pretenden superar a los demás en calidad.
Un detergente es un compuesto químico, cuya finalidad es quitar el sucio y las manchas que se adhieren a las ropas y utensilios de la casa.

Existen muchas manchas que el jabón común y corriente no puede quitar; de ahí que el hombre haya elaborado productos capaces de quitar por completo esas machas. El detergente se usa de acuerdo al tipo de mancha debido a que hay unos mas fuertes que otros.

En el interior del ser humano existe una mancha que ningún producto químico puede quitar. La palabra de Dios se refiere a esa mancha como pecado.

Acerca de la inutilidad de los detergentes dice: "Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor”. (Jeremías 2:22)

Las buenas obras del hombre no pueden quitar esas manchas, como tampoco intermediarios humanos. Efesios 2:9 “no por obras, para que nadie se gloríe”. Esa mancha ha separado al hombre de la comunión con Dios. Isaías inspirado por Jehová nos dice en el capítulo 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.



1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”,. Esa mancha ha separado el hombre de la comunión con Dios.

El único detergente que quita la mancha del pecado es la sangre de Jesucristo. Sobre este particular la Biblia dice: 1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.

Para poder tener comunión con Dios y disfrutar de su presencia eterna, hay que ser limpios. Dichosos los de corazón limpio, dijo Jesucristo, El Rey David dijo en los Salmos: 24:3-4 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? “El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño”.

Tal vez nos preguntemos ¿Cómo podemos ser limpios? ¿De qué forma, podemos quitarnos esa mancha? Es sencillo, lo único que tenemos que hacer es pedirle a Cristo que nos perdone, que nos lave el corazón con su sangre. La mejor decisión que debemos hacer es esa, ya que la misma nos pone en paz con Dios y nos da seguridad de vida eterna. Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.

Hasta una próxima entrega, Cristo le cubra son su preciosa sangre

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