jueves, 13 de noviembre de 2014

¿NO SABES... LO QUE HACES?

La sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo revista su ser.

Que tal queridos hermanos, Jehová es bueno y para siempre es su misericordia. Esta vez que nos encontramos, les quiero dejar con este escrito de nuestro hermano Alejandro D. Riff, para que tomen conciencia del amor tan grande que Dios tiene para con nosotros, espero les llene el corazón.


Lucas 23:33 Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y á los malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda. 34: Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. 

Si los soldados romanos que tomaron a Jesús para crucificarle, hubieran sabido, que estaban crucificando, al creador de este universo, al mismo Hijo de Dios... hubieran desistido en su intento. Vieron en Jesús un débil hombre, lastimado y herido, que ni siquiera tenía fuerzas para cargar su cruz. Consideraban a Cristo, un "crucificado más" entre tantos otros que de vez en cuando sufrían dicha pena de muerte, en manos de la "justicia" romana. 

Quizá no era la primera vez que estos soldados crucificaban a alguien, es probable que ya estuvieran acostumbrados, y casi diría, "especializados" en horadar manos y pies, tanto como en su sistema de levantar la cruz con cuerdas, y dejar caer su base en un agujero sobre la tierra, y ya está... un crucificado mas! Pero cual sería sus caras de espanto al ver que al morir Jesús, ocurrieron hechos sobrenaturales, que conmocionaron la misma tierra, temblando esta, y tragando las mismas piedras hacia su interior. 

Quizá en esos momentos de silencio y desconcierto, empezaran a decirse a sí mismos los soldados:-¡Este hombre no era cualquier hombre! ¡Es más que un hombre! ¡Que hemos hecho! Incluso uno de los centuriones romanos dijo: Mateo 27:54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.


Ahí empezaron a entender que antes "no sabían lo que hacían" para luego exclamar "¡que hemos hecho"! ¡hemos crucificado al Hijo de Dios...! y el temor se apoderó de ellos. Este hecho no tendría importancia si se tratara de un episodio entre un "crucificado mas" en manos de los soldados romanos de la época. No tendrías de que preocuparte, por una injusticia cometida hace mas de dos mil años atrás, sino fuera, que "dicha muerte" te involucra... tanto a ti y como a mí. Romanos 5:8 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 

Efectivamente, Jesús murió: no por accidente, no por fuerza, sino VOLUNTARIAMENTE POR NOSOTROS. Hoy eres responsable de esta muerte.! ¿Que harás? Cristo mostró su poder resucitando, y vive hoy, y es SU intención, que SU evangelio de salvación, se predique a todo hombre para que SI SEPA LO QUE HACE CADA UNO. Para que cada hombre se arrepienta de sus pecados, y entregue su vida por fe, a Aquel que entregó su vida por él en la cruz. ¿Podrás desentenderte de este "hecho de la cruz", y decir: ¡Ah! ¡esto no tiene que ver conmigo! Si no te arrepientes un día serás juzgado y condenado delante de Dios, y no podrás alegar ignorancia diciendo: ¡Ah! Señor no sabía lo que hacía al rechazar tu mensaje, no pensé que cuando se me hablada de un Cristo crucificado, tenía algo que ver con mi vida ¡NO SABIA LO QUE HACIA! 

No sé cuantas veces has escuchado acerca de Cristo, ni cuantos mensajes han llegado a tu vida, pero este escrito que hoy lees, es una oportunidad mas, que Dios te da para que decidas que HACER CON CRISTO Y QUE HACER CON TU VIDA. En el nombre de Jesús: ¡Acéptale hoy! Mañana puede ser muy tarde, y no habrá excusas que te justifiquen, delante de Dios, ya que concientemente habrás rechazado su mensaje de salvación... ¡y no por ignorancia! ¡HOY SÍ, SABES LO QUE HACES! ¡ARREPIENTE ENTONCES, Y VIVIRÁS EN CRISTO! Hechos 17:30 Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan.

Edificante, verdad, busquemos siempre el amor incondicional de Cristo, ¡Él está pronto a venir, buscale!. Hasta la próxima. Shalom

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