martes, 8 de enero de 2008

La Salvación por el Amor de DIOS

Así proclamó el Rey de Reyes el Señor de Señores, el Nombre sobre todo Nombre, por el cual toda rodilla se doblará, El Mesía, El Salvador, el Varón Perfecto. JESUCRISTO

Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mi, su único Hijo, para que todo el que crea en mí no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no me envió al mundo para condenar a la gente, sino para salvar a todos.

El que cree en mi que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios. Y así es como Dios juzga: yo he venido al mundo, y soy la luz que brilla en la oscuridad, pero la gente, como hacía lo malo, prefirió más la oscuridad que la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que prefieren la verdad sí se acercan a la luz, pues quieren que los demás sepan que obedecen todos los mandamientos de Dios.
San Juan 3:16-21

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