Hola queridos hermanos en Cristo Jesús, no quiero espesar esta atalaya sin antes dar gracias al Todopoderoso por cambiar cada día mi forma de pensar, actuar, y saber como manejarme antes las diferentes dificultades que se nos presentan en el diario vivir.
El mensaje que les traigo tiene como nombre: “En las viñas del Señor hay de todo” lo quise nombrar así, por ciertas cosas que a uno le pasan con personas que se hacen llamar cristianos y no se muestran como tal, porque uno que ha dejado todo para venir a pies de Cristo debe tener fe en el Señor de que nuestras dificultades ya no son nuestra sino que el las llevará por nosotros.
Las palabra nos dice bien claro que debemos ser “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”. 1Corintios 5:7
Habemos muchos hermanos que criticamos a otros sin antes mirarnos a nosotros mismos, como dice la palabra en Mateo 7:3 “Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo”.
Todo el que se hace llamar seguidor de Cristo debe practicar su ejemplo, el perdón como estilo de vida, no juzgar, amar a tu prójimo como a uno mismo, son las características que el Maestro nos dejó en su palabra, antes de abrir nuestra boca, dejemos que nuestras obras trabajen por nosotros. A veces la necesidad, de poseer lo material nos pone en falta sin darnos cuenta, hay que pedirle al Espíritu Santo dirección para no pecar, con pensamientos y con nuestro dicho, para no caer en lo impuro.
Hay que cuidarnos de juzgar a los demás; y ponernos en la posición del otro, primero, antes de emitir cualquier juicio, para no caer en pecado.
Mateo 7:5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Cristo nazca en el corazón de los que guardan sus palabras. Hasta la próxima
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